sábado, 6 de marzo de 2010

MISIÓN: DÍA 1

Planteado nuestro fin, les damos espacio a que arrojen virtualmente por acá sus cábalas.

Contános tu(s) cábala(s), bajo que circunstancias la(s) utiliza(s).

Caso del día:
Desde 3er año de la secundaria tuve una cábala. Fue un día que usé unas zapatillas escritas, las más sucias y crotas porque las "decentes" estaban para lavar. Ese día increíblemente zafé de un exámen oral, conseguí el mail de una piba de 4to año que me gustaba y me encontré como cinco mangos en la cuadra de mi casa, todo iba de maravillas. El siguiente examen llevé las zapatillas escritas, un 3. Puede fallar, dijo el famoso Tusam. Le di la chance de reinvindicarse... salí con esta chica y ... ni un beso, ni un roce de mano, nada. Ok, la tercera es la vencida dicen. Al siguiente examen de vida o muerte las utilicé... eran mi último recurso. Un dos, a recursar. Sin embargo, tenía fe que me volvieran a funcionar algún día. Hoy tengo 25 años y sigo usándolas, aunque tengan agujeros y ya casi ni exista la suela. Pero me decidí, hoy las arrojo y que se vayan por donde vinieron!

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